Los tratamientos terapéuticos naturales buscan repercutir de manera positiva en la salud y bienestar de los pacientes a través de técnicas distintas a las de la medicina convencional. Son terapias que pueden ser muy útiles para tratar determinadas dolencias y enfermedades de forma natural y sin efectos secundarios.

Beneficios de los tratamientos terapéuticos naturales

Bien llevados y bajo la supervisión de acreditados profesionales, los tratamientos naturales pueden resultar muy beneficiosos para el organismo. La mayoría de ellos tratan de incidir en la salud mediante la aplicación de técnicas que buscan el equilibrio entre cuerpo y mente, técnicas respaldadas a menudo por un carácter milenario. Ahora bien, conviene tener muy presente que estas terapias naturales no sustituyen a los medicamentos o tratamientos prescritos por los doctores, sino que en todo caso los complementan.

Una de las ventajas más notables de los tratamientos naturales es que acostumbran a ser poco invasivos, con lo que no dejan secuelas ni precisan de largas convalecencias. Además, a diferencia de lo que sucede con muchos medicamentos, las terapias naturales no suelen tener efectos secundarios.

Por otro lado, los tratamientos naturales son holísticos, no específicos, lo que significa que contemplan el organismo como un todo interconectado, de ahí que muchas de estas terapias no solo combatan síntomas determinados, sino que promuevan el bienestar general, incluidas las emociones.

Tratamientos naturales más comunes

Entre los distintos tipos de tratamientos terapéuticos naturales, uno de los más populares es la acupuntura, utilizada desde hace siglos en la medicina tradicional china. Se usa sobre todo para el alivio del dolor, para lo que emplea una serie de agujas que se insertan en puntos clave del cuerpo.

Otro tratamiento natural muy en boga es la hidroterapia, que consiste en la aplicación terapéutica, ya sea de forma externa o interna, de las aguas mineromedicinales y sus productos derivados. Entre sus numerosos beneficios están la activación de la circulación sanguínea, propiedades depurativas, tonificación y relajación de los músculos o contención de determinados procesos inflamatorios.

Las técnicas de relajación, como el yoga o la meditación, constituyen asimismo tratamientos terapéuticos naturales de acreditada efectividad a la hora de combatir el estrés, destensar los músculos y, en definitiva, promover una mayor sensación de bienestar.

Otras terapias naturales cada vez más utilizadas serían la aromaterapia, centrada en el poder terapéutico de ciertos aromas y aceites esenciales; la musicoterapia, que emplea la música para estimular el sistema inmunológico, aliviar dolores y reducir el estrés, o la naturopatía, que busca incentivar la capacidad curativa innata del propio organismo a través de herramientas como el ayuno, la dieta o el ejercicio físico.